sábado, 25 de febrero de 2012


Uno
Estaba escuchando los piojos y me sentí retro. Me asaltó entonces una sensacion de desconcierto. Una voz en off resonó en el cuarto: "estamos perdidos". Es el síndrome 2012 que aparece inoportuno, dura unos segundos y se esfuma en el horizonte.
Miro el mate lavado pero caliente. Pienso en el futuro. Me resigno. El futuro no existe. Mas allá de cualquier premisa absurda que diga el futuro llegó hace rato. Qué es esta rebelión arrabalera. Que es este desgaste ofensivo, este desarmarse frente al enemigo cual si fuera el fin del mundo. No nos pongamos nostálgicos. Paremos a reflexionar, pero solo un ratito, después hay que seguir. Tomate un trago de cindor, relajá. Baja un cambio, levanta la mano, para el bondi, apaga el cigarrillo recién prendido y subite aunque no sepas donde vas.


Dos
Me acomodé en un asiento, del lado de la ventanilla, casi llegando al final del pasillo. La piel se me pegaba al cuero gastado. La humedad nos va a terminar matando. El ruido del motor no me dejaba escuchar la música. Mirar al colectivero por el espejo gigante del techo siempre me pareció impúdico. Revisé el bolso para asegurarme de que todo estaba en su lugar. Revise la calle para asegurarme de que la gente vagaba perdida en la tardecita calurosa. Me acorde de un tango. Pero esta ciudad no se refleja. Esta ciudad es anarquista, y el día que se de cuenta se pudre todo. Después de viajar cuarenta y cinco minutos me paré, camine a los tumbos el tramo restante del pasillo, aprete el timbre y me bajé. Mire para los dos lados. Cruce la calle y te saludé, casi me manchas la remera con helado de frutilla.

jueves, 23 de febrero de 2012

El problema

Puedo irme a cualquier parte
playa o montaña
frío o calor
pero siempre
siempre
te llevo conmigo
...
¿qué sera eso que tenés, que no te puedo dejar?

miércoles, 15 de febrero de 2012

Garopaba

El mar está calentito, vivo. Va y viene.
La bruma se pega en el ojo y ves todo como si estuvieses fumada.
Esa embriaguez que cuentan las poetas,
y los poetas,
ese emborracharse de vida que quieren encontrar en las letras de un poema
(y que encuentran).
Estaba acá no mas también.
No bajas mas, es todo tan lindo que no bajas.
Pero igual te clavas unos tremendos helados, en honor a la gula que no existe.
Está todo tan bien que asombra

La arena no raspa, acaricia
Los teléfonos no tienen señal
A la noche en el mar se ven de refilón algunos barcos iluminados
y te metes en esos barcos y te llevan hasta los remolinos
en los remolinos te hundís y no nadas, porque ni queres nadar
y suenan los beatles.
te hundís para resurgir en la otra punta, cerca de la montaña, y salir caminando en la arena
Encontras un senderito que da a una galería lisergica de arte
dónde suenan los tambores que te hacen bailar el corazón
los lagrimales salados hacen el esfuerzo de la emoción
lloras
y amanece, una hora después de los lunares
amanece.
Es todo sol y leche condensada
Todo ir y venir con el mar
Todo no necesitar nada nada nada

jueves, 2 de febrero de 2012

limor sueiro

Me escupiste el asado. Te dedico ahora el tema este, te comiste las facturas. Son las cosas que no se tocan. Ya lo dijo el pity, sabiendo perfectamente, y con lágrimas en los ojos, que con eso no se jode. Aunque se puede equivocar. Volver para esto no es volver. Con el síndrome ansioso adolescente y todo. Ahora llorando en el piso del baño, como exiliada de mi, lo veo todo por la ventana. Y sigo sin entender el sentido de todo esto: Llorar de felicidad.No, no es absurdo. Real. El método es simple. Emocionarse porque todo es hermoso. Después el error. Después reirse del error. Y ser feliz no es tan difícil. No hacer la vista gorda, es en realidad, mas como terminar el secundario.
Meta pucho y mate. Subimos a la montaña con la certeza de saber que es la mas alta. Pero llegas y ves que hay otra, y otra y otra. Reirse a carcajadas intentando soplar las nubes, en vez de lamentarse. Yo te propongo algo simple, galletitas con queso. De vez en cuando un tango para alimentar las penas (lo justo y necesario, para mantener el equilibrio viste) pero el resto la felicidad de la facilidad.
Me escupiste el asado y me rescate. De que no me importa. Nada está perdido mientras sigan pasando el chavo del 8. Por eso te digo, está todo mas que bien, me río de janeiro, en el calorcito de esta mañana de verano.