jueves, 2 de febrero de 2012

limor sueiro

Me escupiste el asado. Te dedico ahora el tema este, te comiste las facturas. Son las cosas que no se tocan. Ya lo dijo el pity, sabiendo perfectamente, y con lágrimas en los ojos, que con eso no se jode. Aunque se puede equivocar. Volver para esto no es volver. Con el síndrome ansioso adolescente y todo. Ahora llorando en el piso del baño, como exiliada de mi, lo veo todo por la ventana. Y sigo sin entender el sentido de todo esto: Llorar de felicidad.No, no es absurdo. Real. El método es simple. Emocionarse porque todo es hermoso. Después el error. Después reirse del error. Y ser feliz no es tan difícil. No hacer la vista gorda, es en realidad, mas como terminar el secundario.
Meta pucho y mate. Subimos a la montaña con la certeza de saber que es la mas alta. Pero llegas y ves que hay otra, y otra y otra. Reirse a carcajadas intentando soplar las nubes, en vez de lamentarse. Yo te propongo algo simple, galletitas con queso. De vez en cuando un tango para alimentar las penas (lo justo y necesario, para mantener el equilibrio viste) pero el resto la felicidad de la facilidad.
Me escupiste el asado y me rescate. De que no me importa. Nada está perdido mientras sigan pasando el chavo del 8. Por eso te digo, está todo mas que bien, me río de janeiro, en el calorcito de esta mañana de verano.

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