Nada es real si lo mirás bien de cerca.

Y con nada me refiero al choclo en conserva, las zapatillas de lona, los finales cerrados, los primos segundos, el té chino del dr ming, el amor a primera o segunda vista, el hilo dental, los curas, las bicicletas con cambios, los realitys, los regalos sorpresa, las parejas de la mano, el otoño, los lápices acuarelables, las galletitas rellenas en el surtido variedad, los cumpleaños, los partidos políticos, los abrazos con palmadita en la espalda, los amores en verano, el facebook, los hogares eléctricos, las películas de terror, el azucar y la sal, la adolescencia, la academia, las obras sociales, la solidaridad, las muecas, los parecidos, la sortija de la calesita, el centro de la tierra, los pañuelos descartables, los gimnasios, la democracia, las fotos carnet, las nubes, las gaseosas de marca desconocida, la inseguridad, la vida real, el concepto “se tu mismo”, las alergias, navidad, los microperros, la angustia existencial, la palabra etcétera, las melodías en fa, las ganas de enumerar cosas que son mentira y amontonarlas en un textito...

Pero no da sufrir porque la realidad no exista, todo se arregla con un musical.